3 min read November 27, 2024
Andrea Spolita

Auto-exclusión

Para muchas empresas de juegos de azar, ya no es una opción contar con un programa de autoexclusión que permita a los jugadores bloquearse a sí mismos de los proveedores de juegos y sus productos. Por ejemplo, d los 27 Estados miembros de la UE, más el Reino Unido, 18 tienen registros nacionales de autoexclusión y algunos países han incluido la disposición de autoexclusión en sus marcos regulatorios. En este último caso, cada operador con licencia ha adoptado un sistema independiente, un método que conlleva sus desafíos.

Diferentes modelos de autoexclusión

Los modelos nacionales de autoexclusión difieren significativamente. Mientras que algunos países tienen opciones de autoexclusión temporal y permanente, como Dinamarca , otros, como Francia , tienen programas nacionales de autoexclusión por períodos de tiempo fijos. Otros países también ofrecen autoexclusiones muy breves e inmediatas, como Alemania y Portugal. También hay divergencias en cómo se utilizan los registros para verificar a los clientes en la lista de autoexclusión. Algunos países, como Bélgica y Francia, revisan el registro al registrarse y en cada inicio de sesión. Algunos, como Portugal, revisan los registros a diario.

La información que se proporciona sobre estos datos también puede variar considerablemente. Muchos reguladores reflejan el número de autoexclusiones en sus informes trimestrales y anuales. Algunos operadores que tienen programas de autoexclusión independientes también informan sobre esta información anualmente. Sin embargo, los informes se realizan en diferentes contextos y utilizan diferentes indicadores clave de rendimiento (KPI) para definir el éxito, lo que dificulta la comparación. También se sabe que los medios de comunicación, los periodistas y otras partes interesadas utilizan estas cifras para destacar problemas importantes en la industria del juego y defender normas más estrictas.

El contexto ayuda a completar el panorama general

Es fundamental comprender que la cantidad o el porcentaje de autoexclusiones por sí solo no refleja un panorama completo. Las cifras deben establecerse en un contexto más amplio, junto con otra información. Por ejemplo: ¿cuántas personas están registradas en comparación con la cantidad de ciudadanos? ¿Cuántos ciudadanos son jugadores activos? ¿Cuántos tienen varias cuentas? ¿Se autoexcluyeron porque querían tomarse un descanso, no encontraron el botón correcto para cerrar la cuenta o están experimentando daños relacionados con el juego?

Aún se desconocen muchas respuestas sobre la eficacia de la autoexclusión. Sin embargo, establecer las cifras de autoexclusión en un contexto más amplio puede ayudar a revelar algunas de ellas. De hecho, algunos operadores ya han comenzado a recopilar sus propios estudios, mientras que los reguladores también comprenden que aún queda mucho por hacer. Por ejemplo, hacer que los datos entre diferentes marcos regulatorios sean comparables podría ayudar a comprender qué herramientas de Juego Responsable son las más efectivas.

Se necesita más ayuda

Aunque se ha demostrado que los programas de autoexclusión nacionales e individuales ayudan a los jugadores, el mundo del iGaming lo ha cambiado todo. En el mundo móvil actual, un jugador que sufre daños relacionados con el juego necesita una prohibición más amplia. Estos jugadores necesitan la ayuda profesional adecuada para cambiar su comportamiento y, además, necesitan que se les bloquee por completo el acceso a los productos de juego tanto en línea como fuera de ella, idealmente a nivel mundial. Gamban , por ejemplo, ha desarrollado una herramienta que ayuda a los jugadores a bloquear miles de sitios web de juegos en todo el mundo de una sola vez.

En particular, en países donde los operadores aún no cumplen con las disposiciones de autoexclusión, estas aplicaciones pueden crear un sistema de autoexclusión más eficaz. Al igual que la publicidad, la protección de datos, la prevención del tamaño de partidos o la lucha contra el blanqueo de dinero, la autoexclusión es un tema que debe abordarse a nivel internacional para ayudar a proteger a los jugadores.